Editorial Deportiva..

Finales de junio y todo julio son los meses en los que los deportes mas bonitos se dan en su máximo esplendor, como lo son el Tenis y el Ciclismo.


Wimbledon (23 de junio al 6 de julio 2009) nos trajo una final ¡increíble! (4h y 48 min) hicieron que mucha gente se paralizara con lo que fue nombrado el mejor partido de Tenis de la historia. Ganando Rafael Nadal (ESP) a Roger Federer (SUI). El coraje y la tenacidad era algo para aplaudirse. Sin duda todos aquellos que pagaron boleto o lo compraron en reventa, estuvieron totalmente satisfechos al ver el partido.

Wimbledon (22 de junio al 5 de julio 2009) la final (4h 20 min) nos recordó las mismas emociones del año anterior pero cambiando a un protagonista, Andy Roddick (USA), en lugar de Rafael Nadal, aunque también lograron una final de ensueño para cualquier espectador.

Le Tour de France 2009 con el regreso de Armstrong. Así es, el regreso del más grande de todos los tiempos, Lance Armstorng (7 Tour’s), regresó con un nuevo equipo y con ganas de dar más. Y claro, ganas de usar ese jersey (maillot) amarillo que se le da al que en ese momento, va como líder en el Tour.
Lo interesante de ambos, es que son deportes en los que la mente juega un papel enorme. No hay contacto ni con el entrenador ni con algún compañero ni con nadie. Básicamente te comunicas contigo mismo, te apoyas a ti mismo, te alientas. Y, si te encuentras en depresión por que vas un set abajo o algunos minutos detrás, lo único que te saca de ese bache es tu entrenamiento psicológico. Esa, la fortaleza mental te hace quien eres dentro del campeonato.

Final de Wimbledon 2009, juego 29, del 5to set (así es, juego 29 “aunque usted... no lo crea”). Federer iba arriba 15 a 14 (en sets) y sacaba Roddick. Federer después de 95 minutos de ese último set, consiguió el esperado match point y lo logró. Ganó. ¿Por qué? Por esa serenidad y perseverancia que tiene Roger gracias a todos sus entrenamientos.

En conclusión, todos deberíamos de tomar un poco de esa fortaleza mental y determinismo para lograr todas nuestras metas. Así lo hacemos en Interminencias.