jueves, 18 de junio de 2009

Máscaras, cicatrices, y preguntas (fragmento)

No paraba de moverme. Todos me veían con preocupación y sorpresa. Hacía muchísimo calor. Estaba bañado en sudor. No paraba de moverme. Intentaba mirarlo, disimular. Pero en mi contra sólo fui más obvio. Fue sólo el estallido del vaso que traía en la mano contra el piso, el que me tranquilizo. Desperté de ese ensimismamiento, de ese trance en el que él me tenía. Recogí los vestigios cristalinos del vaso. El sudor escurría por mi frente ardiente. Los demás se callaron con el estallido. Es increíble que tuve que romper un vaso para llamar su atención. 


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