Esos días en que todo sale mal, y el Worldwide Photowalk

Foto Un mal día por Jorgearquero

Hace poco más de un mes escribí sobre la Worldwide Photowalk que se llevó acabo el pasado sábado. Esta entrada estaba destinada a relatar mi experiencia. Así que si me preguntan "¿cómo te fue en la Worldwide Photowalk?" tendría que platicarles algo así (aunque sin la breve introducción):

Como varios de los lectores saben, me encanta a fotografía y cada día me trato de adentrar más en ella. Muchas de las fotos que he tomado son digitales pues soy muy flojo para todo lo que conlleva lo análogo, y la mayoría han sido con DSLRs prestadas. Mi preparación para esta caminata no fue la excepción, pedí una cámara prestada a un amigo y él con gusto me dijo que sí.

Hasta ese punto, todo iba bien. Estaba inscrito y un amigo también por lo que iba a ir acompañado, otro más me iba a prestar su cámara y el evento era a sólo unos días. Estábamos inscritos a la de Coyoacán, me invitaron a la de C.U. pero al final decidimos por la primera opción.

Un día antes del gran día me habla mi amigo y me dice que 'va a estar por mis rumbos' y él me lleva la cámara. Qué mejor. Llega en la tarde y vemos que no tiene pila la cámara y el cargador se quedó en su casa. "No hay problema, nos vemos en la noche para que te lo dé". Y así fue. Quedamos en un lugar, me lo dio, platicamos, nos despedimos.

Llego a mi casa, prendo la cámara con lo poco que le queda de pila y veo que la memoria está llena. "No hay problema. Bajo las fotos y se las quemo en un CD". Abro el compartimiento debajo del logo de USB y oh sorpresa... la salida no es la común de USB que tienen las cámaras de otras marcas. Le hablo de nuevo a mi amigo, y me dice que puedo borrar todas las fotos menos las de una graduación, y que las de ésta última las cheque y borre duplicadas o fotos muy malas. Borro todas menos las de la graduación y me doy cuenta que de 500 que eran logré reducir a un mísero 400. Tuve que revisar con toda calma las fotos para no borrar algo de lo que después me pudiera arrepentir, y todo directamente en la pantalla de la cámara. Horas más tarde terminé, saqué la pila, la puse a cargar y me dormí.

Cuatro horas más tarde suena mi celular. Trato de contestar pero no lo hago a tiempo. Veo la llamada perdida y marco al número. "Güey, tengo insomnio. No he podido dormir. No puedo ir a lo de las fotos porque se me salen los ojos. Estoy demasiado cansado." "No hay problema, me duermo de nuevo y voy a la de C.U. para ir con los que me había invitado". Me quedé dormido. No escuché el despertador. El reloj decía 10:37 y la cita era a las 10:30 (La de Coyo era a las 9:30). Me bañé lo más rápido que pude, agarré algo de comida y una botella con agua y corrí para el 'espacio escultórico' . Llegué rayando a las 10:55. Rápido me estaciono, saco la cámara de su mochila, la prendo y... no, no prendió. La prendo y... no. La volteo, abro el compartimiento de la pila y estaba vacío. Me vino de forma instantánea la imagen de la pila en su cargador sobre el escritorio de mi cuarto. Me sentí derrotado. Bajé del coche, me quedé pensando, prendí un cigarro, me volví a subir y me fui.

No lo podía creer. Había logrado solucionar todos los problemas que se presentaron a último momento pero lo de la pila ya era demasiado. Así que si me preguntan "¿cómo te fue en la Worldwide Photowalk?" mejor responderé: Al final no quise ir. Pero no hay problema, el próximo año será.

Actualizado:

Gracias a Jero (autor de Interminencias) por prestarme su cámara. Sin su ayuda me hubiera atorado en el segundo problema.